A continuación reproducimos parte del texto que nos ha remitido el Equipo Adobe, un grupo de expertos y coleccionistas que viene estudiando y catalogando la alfarería tradicional española, y que ya publicaron en su revista, firmado por Francisco G. Lagar.
Según Francisco G. Lagares, autor de un interesante artículo en Noticias Adobe nº 31- Noviembre de 2007, de la actividad alfarera de Milmarcos poco se sabe, pero sí podemos decir que hubo dos tejeros: Juan Julián Colás y Agustín Yagüe. Ambos se dedicaron principalmente a la fabricación de tejas y cacharros para la resina, muy abundante en el entorno natural, dada la proliferación de pinares y empresas que se dedicaban a su explotación. Parece ser que Agustín Yagüe tenía el alfar-tejar en la zona de Los Cañuelos y producía, aunque en pequeña cantidad, otro tipo de piezas, para las que utilizaba tierra de mejor calidad que la que usaba para hacer las tejas y los cacharros.
La producción se mantuvo hasta mediados de los años cincuenta del siglo pasado, cuando los dos emigraron a Barcelona, con lo que se perdió definitivamente la actividad tejera-alfarera en este lugar.
Los cántaros que presentamos, aunque de menor peso, recuerdan en su morfología a los que realizaban en otros alfares de la zona del Señorío de Molina. Su color es rosado (algo más oscuro, por el uso, en el primero) y presentan dos asas que nacen en la parte alta del cuerpo y descansan en la mitad de la panza. Están decorados con una serie de líneas incisas rectas y, entre ellas, una ondulada; sobre todas estas líneas, y pintada en almagre tienen una orla o rúbrica que abarca la mayor parte del cuerpo (en el primero esta orla está perdida posiblemente por el uso y el tiempo; asimismo a este cántaro le falta la boca por rompimiento antiguo).
Altura: 36 y 34 cm respectivamente, base 16,5 cm, cuerpo 86,5 cm.
Lugar donde se hallaron: en la zona de Milmarcos.
Los cántaros de Milmarcos se diferencian de los de Molina no sólo en su forma, sino también en su decoración. Aunque ambos cántaros tienen la orla o rúbrica en almagre o almazarrón, los de Milmarcos presentan una decoración incisa que no aparece en los de Molina. Sin embargo, en Hinojosa sí aparece dicha decoración incisa, si bien muy ligera (dos líneas).
El cántaro que mostramos en la imagen en color se encuentra integrado en la colección del Museo del Cántaro de la localidad vallisoletana de Valoria la Buena.
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