Milmarcos, entre otras muchas cosas, es un personaje de ficción… y lo que podría ser una hecho anecdótico resulta que nos abre todo un mundo de elucubraciones.
Veamos:
José Milmarcos es uno de los centenares (¿miles?) de personajes que salen en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, concretamente en el titulado “Prim”, la penúltima novela de la cuarta serie de este folletín.
José, un “hombre grande y cojo”, natural de “Tor del Rábano” (el actual Tordelrábano del norte de Guadajalara), es una veterano de la guerra de África, en la que estuvo a las órdenes del afamado general Prim.
Aparece en la novela en mitad de una trifulca en Almazán, cuando sale en defensa de la honra de Prim, y acompaña al protagonista, Iberito, durante un buen tramo del camino hacia Madrid, lo que le sirve al autor para desgranar, en tono sanchopancista, todo tipo de disgregaciones históricas y políticas: “yo puedo hablar gordo en lo tocante a la honrilla militar, porque he sido soldado; y como hombre de los que fueron a Marruecos, no me pesa de haber perdido esta pata, quiero decir, la otra que tuve en lugar de esta de palo. Bien perdida estuvo la pata por la gloria que alcance… Y si veinte patas tuviera, las diez y nueve daría yo gustoso por haberme visto en los Castillejos”.
La obra, escrita en 1906, está considerada como máximo exponente de la ideología galdosiana ( anticlerical, republicano y antiimperialista) y en la misma convierte al decimonónico general Prim en modelo de político progresista para esos primeros años del siglo XX.
En cuanto al nombre del personaje, a bote pronto podría explicarse ante la necesidad del autor de encontrar tanto nombre para tanta novela (probablemente alguien los habrá contado e incluso clasificado… ¿cuántos son, en cuarenta y seis novelas?). Podríamos suponer que Galdós cogió un mapa y se puso a sacar nombres, al fin y al cabo, muchos apellidos tienen su origen en la toponimia. ¿Necesitas un nombre para un personaje que aparece en Almazán?, pues Guadalajara tiene nombres muy bonitos.
No obstante, también pudo ser que Galdós tuviera conocimiento de la existencia del pueblo y esta hipótesis puede ser hasta muy acertada. Al fin y al cabo, “Prim” transcurre en época isabelina, años en los que el canario, en plena juventud, estaba afincado en Madrid.
Quizás, y ya puestos a elucubrar, este Milmarcos tiene como origen que conociera o coincidiera con el gran prohombre milmarqueño del siglo XIX, Lorenzo Calvo y Mateo (político, financiero y narco), que durante aquellos años tuvo una gran relevancia en los ambientes masones y republicanos, como diputado en Cortes y por su participación en alguno de los acontecimientos más sonoros de la Villa y Corte.
¿Lorenzo Calvo y Mateo pudo ser el inspirador de José Milmarcos?.
Comments are closed.