El licenciado Francisco Dominguez, el “cura de Villel” natural de Milmarcos, es un personaje extraordinario, sacado directamente del siglo de Oro español, que merecería encontrar un autor que le convirtiera en protagonista de una novela histórica.
Los azares del destino le han convertido en uno de los milmaqueños que mayor huella han dejado a lo largo del la Historia: lo último que hemos encontrado es su testamento, publicado casi íntegramente en el blog Almadrones y el Greco, en el que se incluye una entrada con este título “Milmarcos. El cura de Villel”.
(la primera vez que nos encontramos a este personaje fue precisamente en otro blog, Valle del Mesa, en el que se habla de la muerte del Licenciado por una mala caída, se recoge su partida de defunción y se dan algunos datos fascinantes)
Dicho documento es una copia del testamento original, fechado en 1609, y que encargo Manuel Cortés en 1832, cabeza del Mayorazgo de Almadrones en el siglo XIX, en su empeño por regularizar todo el patrimonio vinculado a su linaje.
Según cuenta el autor de la página, Antonio Redondo, el vínculo comienza con el casamiento de Ana del Olmo y Manrique, natural de Almdrones, con el milmarqueño Lucas Francisco López Guerrero y Malo, nacido en Milmarcos en 1672, y de cuyo linaje proviene la familia López Montenegro.
Como decía más arriba, y como ya he dicho más veces, toda esta historia y estos personajes requieren sus propias y detenidas entradas… Algún día.
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