Protección ante los peligros del camino, reales o del otro mundo; herencia pagana vinculada a la bendición de los campos o simples señales para orientar a los caminantes, los peirones se yerguen desde hace siglos en los caminos de estar tierras celtíbéricas.
En Milmarcos tenemos seis ejemplares de esta curiosa construcción, dedicados Jesús de Nazareno, Nuestra Señora de la Cabeza, San Miguel, San Antonio, San Blas y Santa Lucía… todos ellos en perfecto estado de conservación gracias a la restauración que se acometió en 2001.
En el informe que acompaña esta entrada, realizado por José Ignacio Hernández Morales, se recoge detalladamente sus características y peculiaridades, así como los trabajos que se realizarón para su restauración.
PAIRONES DE MILMARCOS, por José Ignacio Hernández Morales, por José Ignacio Hernández Morales
Comments are closed.